Las deepfakes son una falsificación, tan simple como eso. Una manipulación audiovisual que hace posible que cualquier rostro pueda decir o hacer lo que desees.
¿Cuál es el miedo? El potencial daño de las deepfakes es infinito. Aunque a la larga es posible convencer a la mayoría de la falsedad de un contenido, el timing es un elemento clave que puede potenciar el daño de una deepfake hasta el punto de hacerlo irreparable.
Nuestro rol, además de contribuir moral y éticamente a detener estas olas de desprestigio y mentiras, es prepararnos para lo peor. «Para las empresas, la comunicación será el diferenciador
clave entre un episodio desagradable o un escándalo corporativo demoledor.»
No dejen de leer este artículo, donde analizamos las claves para hacer frente y anticiparnos a las deepfakes……..debemos estar bien preparados.