Esta increíble marca Inkkas, no es solo una marca, va más allá de ganar dinero, sino que se situa en la órbita de las compañías que tratan de unir un negocio justo con la filantropía, y que tuvo inicio en el año 2012 gracias a un viaje hacia América del Sur que hizo el fundador Dan Ben-Nun, el auténtico trabajo de los artesanos locales y el aprecio de Dan por la cultura del Perú fue lo que propició llevar a cabo éste proyecto genial.
Sus diseños aparte de ser originales son cuidadosamente elaborados a mano, empezando desde pintar las fibras, tejerlas y buscar los textiles de colores vibrantes para realizar fabulosas combinaciones siempre teniendo en cuenta el concepto original de la estética Inca.
En 2013 Inkkas Shoes lanza el proyecto de “OneShoeOneTree” en asociación con Trees for the Future, una organización sin ánimo de lucro, éste consiste en que Inkkas planta un árbol por cada nuevo producto que vende. Cada árbol tiene múltiples usos: la mejora de las condiciones del suelo, el suministro de alimentos para el consumo humano y animal, esto con el objeto de ayudar a reforestar el mundo y ayudar a las poblaciones locales de los países en desarrollo.
Realmente creo que es una labor titánica la que llevan a cabo, pero bien vale la pena ya que con ello se aporta un granito de arena para mejorar la situación en el mundo.
Cada vez es más interesante cómo se fusionan las diferentes disciplinas, y me encanta cómo cada vez más, más emprendedores desarrollan un modelo de negocio exitoso en categorías que parecían maduras para el consumidor.
Ahora son todo un hit en New York, yo ya tengo unas, te animas?
