Durante mis últimos cinco años en este país, he tenido la oportunidad de recorrer varios de sus estados, conocer a su gente, probar su gastronomía y sobre todo, deleitarme de sus vinos, los cuales indudablemente se han convertido en mis favoritos.
Recientemente he tenido la oportunidad de catar uno de los espumosos más nuevos de la vinícola Casa de Piedra, la cual gracias al trabajo del enólogo mexicano Hugo D’Acosta, logró lanzar al mercado “Espuma de Piedra”, una etiqueta de edición limitada de uva Zinfandel, cuyo color a la vista, notas y sabor al retrogusto hacen de este vino uno de los mejores en su categoría.
Espuma de Piedra sorprende con sus tonalidades en amarillo, casi como la paja. A la luz deslumbran tonalidades en verde. En nariz, el vino es una explosión de notas tropicales, cítricas, donde por momentos se puede llegar a percibir un poco de mantequilla. Al llegar a la boca, transmite frescura, y de inmediato, para los que han tenido la oportunidad de probar algún otro de los caldos de D’Acosta, detectarán esa acidez balanceada característica de sus vinos.
Si tiene la oportunidad de conseguir alguna de estas etiquetas, recomiendo maridar con algo de pasta, caviar o algún platillo de cocina mexicana.