Este increíble hotel conformado por una mansión de seis habitaciones, ubicado en el corazón de las Tierras Altas en Escocia, te envuelve con su atmósfera clásica y su gran carácter, para salir de lo convencional y sentirte como todo un invitado, al puro estilo escocés.
Las habitaciones con dimensiones y orientaciones diferentes, cuentan con algo en común el decorado en maderas nobles, antigüedades y tapices, así como su estructura por lo que el comedor y la cocina se encuentran en la planta baja, lo que hace al desayuno y la cena una experiencia única con el resto de los huéspedes, pues se comparte mesa con ellos.
Pero lo que más me atrae de esta espectacular mansión es su conexión con la destilería más prestigiosa de la región Glenmorangie que tiene sus inicios desde el año 1843 y elabora un whisky artesanal de malta de fama mundial pues ha ganado multitud de premios gracias a su gran calidad.
La estancia en Glenmorangie House es inolvidable, botas de lluvia Hunter y chaquetas Barbour esperan junto a la puerta si quieres hacerle frente al clima y hacer algunos recorridos, pero sin olvidar las catas individuales en los salones que harán que el clima sea el ideal para degustar.
Un viaje para los sentidos, que mezcla un gran hotel y un mejor whisky, ¡A probarlo!