Existe un particular hotel ubicado en el centro histórico de la ciudad de Pamplona, llamado Catedral Pamplona Hotel que en sus ayeres fue el antiguo Convento de las Madres Adoratrices el cual daba lugar a chicas descarriadas, peregrinos y algunos estudiantes.
Sin embargo quiero hacer énfasis en su restaurante llamado muy atinadamente “La Capilla”, ya que en su tiempo sirvió de capilla para el antiguo convento. Conserva su increíble estructura con arcos, pilares y vitrales de colores que combinando la iluminación moderna de lámparas colgantes hacen una perfecta armonía. El color blanco predomina en todo el lugar, así como las voces en un volumen muy bajo, por lo que se respira un ambiente casi celestial.
En cuanto al menú a cargo de Guillermo Llorente e Iñaki Andradas, dos jóvenes chefs que deleitan a sus comensales con una mezcla de cocina tradicional y toques de modernidad, recomiendo como primera entrada Txangurro aliñado con oloroso, tomate y gazpacho de alubia verde, y como plato principal Bacalao con oreja de cerdo ibérico guisada y patata rota al aceite de alberquilla, ¡es una delicia, no se lo pueden perder! ¡Yo ya quiero probarlo!